ENTREVISTA a Karen Bernedo curadora de la muestra "Resistencia visual 1992"

Martes, 15 Agosto, 2017 (Todo el día)

Exposición de 36 afiches sobre sucesos ocurridos el año 1992 se presenta en el LUM

El LUM presenta su nueva muestra temporal “Resistencia visual 1992. Carpeta colaborativa”, un conjunto de 36 grabados sobre los sucesos que marcaron el Perú el año 1992, interpretados por artistas gráficos y colectivos. La antropóloga visual Karen Bernedo, curadora de esta exposición, cuenta algunos detalles.

¿Cómo nace la idea?
Me inspiré en un proyecto chileno de Londres 38, que es un espacio de memoria subvencionado por el Estado en lo que fue un lugar de tortura durante la época de la dictadura (el número 42 de la calle fue cambiado para que no fuese ubicado). En un viaje a Chile le obsequiaron una carpeta de afiches con motivo de los 40 años del golpe militar, realizados únicamente por colectivos, sindicatos y otras organizaciones, que no tenían vinculación con el arte pero recibieron asesoría de un taller de serigrafía. Ese fue el punto de partida.

¿En qué se diferencia?
A diferencia de lo que se hizo en Chile, para esta muestra sí pensé en artistas, activistas y colectivos que manejan la imagen. Pensé en una “co-laboración”. El desarrollo de esta carpeta, desde el inicio, ha funcionado con la lógica de la confianza y el intercambio. Los participantes no conocían los demás trabajos presentados. Ellos aportan su arte e imprimen su grabado en el papel que les entregué. A cambio cada uno recibirá una carpeta con todos los grabados de la exposición.

¿Cómo elegiste a los participantes?
La muestra incluye un amplio abanico de participantes, intergeneracional, con distintas miradas y maneras de percibir los hechos y de unirlos con el presente. Poseen un estilo propio y un discurso visual bien marcado. Durante dos meses fui convocando, uno por uno, a los artistas involucrados así como a colectivos vinculados a movimientos sociales de protesta que tienen manejo de la imagen. Casi de inmediato aceptaron intervenir en este proyecto.

¿Qué tan difícil fue organizar el trabajo con tantas personas?
Los artistas convocados tuvieron total libertad para sus creaciones, aunque lógicamente, todos partieron de una línea de tiempo sobre los hechos ocurridos en 1992. Cada cual buscó la mejor manera de aproximarse al tema y de expresarse en torno un personaje o suceso determinado. En lo que sí intervine fue en procurar evitar que muchos escogieran trabajar en torno a un mismo tema porque la idea era mostrar un amplio espectro.

Distantes miradas a 1992 desde el arte…
La producción cultural comunica a otro nivel, en este caso, el arte otorga una significación simbólica sobre cómo los sucesos de 1992 están conectados con el Perú de hoy. Podemos entender ese año como el comienzo de lo que somos hoy, los movimientos estudiantiles y de organizaciones, el miedo… Nos ayuda también a ver el lado bueno a lo negativo, como las luchas para la recuperación de la democracia, la indignación ciudadana que se generó. Entender las razones de lo que pasó, nos ayuda a construir memoria.

¿Qué esperas de esta exposición?
No sé las reacciones que generará. Pero basta con que se hable del tema, que cause polémica y que sirva para que nos confrontemos. Ese sería un buen comienzo. Eso es mejor que la negación, que querer tapar el sol con un dedo, porque aún hay deudas pendientes. Esta carpeta compartida en torno al 1992 pretende ser activadora, que desencadene procesos en el presente, que invite a la reflexión, a la discusión, al recuerdo. Este es solo el comienzo. El potencial del proyecto es infinito e inimaginable. Luego vendrá una muestra muralizada colectiva con afiches autoadhesivos que serán colocados en una pared de algún barrio que la quiera para sí y que la cuide.

“Resistencia visual 1992” podrá replicarse…
Sí, esta carpeta está pensada para que tenga vida propia. Se han preparado 120 carpetas, parte de ellas para los participantes en la exposición, y las restantes para ser entregadas a diferentes colectivos, organizaciones o instituciones que garanticen que pueden conservarla y replicarla en otros espacios públicos de la ciudad o el país donde también genere procesos de memoria.

¿Por qué pensaste en el LUM?
No lo pensé dos veces. Recibí apoyo del Instituto Goethe y de inmediato hice la propuesta. El espacio natural para el estreno de esta exposición era el LUM porque, además de ser un lugar de la memoria, es frecuentado por público mayoritariamente joven, entre ellos escolares y universitarios, muchos de los cuales no habían aún nacido en 1992. Ellos necesitan hacer una lectura sobre lo que pasó, sobre la herencia de esos años.

LUM

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Lugar de la Memoria
Bajada San Martín 151, Miraflores
Tel. (+511) 618 9393 anexo 1111
Horarios de visitas:
De Martes a Domingos
De 10:00 a.m. a 6:00 p.m.
Ingreso libre con DNI
lum.cultura.pe

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