Acto de reparación simbólica a mujeres y hombres de prensa

Ana Revilla, ministra de Justicia y Derechos Humanos, pidió, a nombre del Estado peruano, disculpas públicas a los familiares de 13 periodistas que ofrendaron su vida durante el periodo de violencia 1980-2000, “porque en su momento como Estado fallamos en nuestra obligación de proteger la integridad y los derechos tanto de sus familiares como de los suyos. Y por la indiferencia vivida durante muchos años, por la demora en el acceso a la justicia y porque aún no hemos terminado de dar respuesta sobre el paradero de sus seres queridos”. 

“Hoy nos reúne la memoria y el amor de los familiares de 13 periodistas víctimas de ese periodo, 13 familias que llevan entre 27 y 36 años luchando por mantener viva la memoria de sus seres queridos. Los familiares merecen ser acompañados por nosotros como Estado y sociedad al conmemorar a quienes no solo fueron padres, madre, hermanos, hijas e hijos; sino también, fueron mujeres y hombres que mediante la denuncia de actos de violencia esperaban cambiar la situación del país”, continuó.

“Por eso, hoy realizamos esta ceremonia como una medida de reparación simbólica que nos permita responder a la demanda de atención, respeto y reconocimiento, honrar sus memorias; y como autoridades nacionales de manera unida, dejar una placa en este espacio de memoria nacional que nos recuerde el fin loable del trabajo realizado, superando al miedo que se vio apagado por manos terroristas o descalificables miembros de las fuerzas armadas”, añadió.

Los periodistas resarcidos simbólicamente fueron las ocho víctimas de Uchuraccay: Amador García, Félix Gavilán, Octavio Infante, Jorge Mendívil, Eduardo de la Piniella, Pedro Sánchez, Jorge Sedano y Oscar Retto; así como Jaime Ayala, Hugo Bustíos, Barbara d’Achille, Melissa Alfaro y Pedro Yauri.

Del mismo modo, la ministra reconoció, en representación del Estado, “la valentía de los familiares, su lucha por la justicia, la verdad y por generar condiciones para que hechos como estos no se repitan, porque todos ellos, desde sus espacios, han coadyuvado a los procesos de reparación y búsqueda para otros familiares, por lo cual son y serán ejemplo de resistencia, perseverancia y solidaridad”.

Finalmente dijo: “esperamos que este espacio sirva para renovar los lazos quebrados y reflejen nuestra atención y respuestas que como país aún les debemos, porque nos reúne la memoria, los ideales y los sueños de hombres y mujeres por quienes trabajaremos por un país respetuoso de los derechos humanos, en diálogo y en paz”.

Por su parte, Manuel Burga, director del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social –LUM, afirmó que este es un momento en el que el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Justicia se unen para dignificar a las personas y para recordarlas. “Y nos complace profundamente que el Lugar de la Memoria sea un lugar de encuentro y que nuestro piso de ofrendas sea el lugar de las placas recordatorias, de visita y de congoja”.

Participaron también en la ceremonia el viceministro de Derechos Humanos, Daniel Sánchez; la secretaria ejecutiva de la Comisión Multisectorial de Alto Nivel –CMAN, Katherine Valenzuela; así como reconocidos periodistas, asociaciones de víctimas y representantes de embajadas y gremios periodísticos.

El acto de reparación simbólica y develación de placa fue organizado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a través de la CMAN, y por el LUM.