El 12 de setiembre de 1992 es una fecha marcada en la historia del país: eran las 8:40 p.m. cuando el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la Policía Nacional del Perú logró la captura de Abimael Guzmán, cabecilla de la organización terrorista Sendero Luminoso, poniendo fin a una etapa de violencia que vivió el Perú de 1980 al 2000. Con este motivo, el Lugar de la Memoria, la Tolerancia e Inclusión Social (LUM) organizó un cine foro y dos recorridos conmemorativos sobre la denominada “Operación Victoria”.
En estas actividades participaron figuras claves como el coronel PNP (r) Benedicto Jiménez, la suboficial (r) PNP Ana Cecilia Garzón (“Gaviota”) y el general Julio Becerra (“Ardilla”) quienes compartieron detalles inéditos de la captura, resaltando la importancia de la coordinación, el seguimiento y la astucia policial que condujo al éxito la operación.
“Cuando comenzamos a investigar a Sendero Luminoso, era una cuestión nueva. Nosotros habíamos salido como detectives de la Policía de Investigación del Perú (PIP). Salimos a combatir la delincuencia común y, de pronto, se da el fenómeno del terrorismo. Era algo nuevo e inesperado; y tuvimos que aprender en el camino”, explicó el coronel PNP (r) Benedicto Jiménez.
Jiménez -quien lideró al GEIN junto al general Marco Miyashiro- explicó cómo meses de investigación y de análisis detallado de los movimientos de Abimael Guzmán permitieron finalmente su captura en una residencia del distrito de Surquillo, en Lima.
“Cada operación tenía una cubierta (que significa disfraz) según la zona y situación en la que estábamos. En el caso de la casa de Abimael Guzmán, no era tan fácil vigilar”, indicó la suboficial (r) PNP Garzón. Por su parte, el general Julio Becerra “Ardilla”, actual jefe de la Región Policial Cusco, comentó que si bien se logró la captura, no tenían el cien por ciento de certeza que Guzmán se encontraba en esa casa.
“Si alguien les dice que la Policía sabía que Guzmán iba a estar ahí, no es verdad. Había muchos indicios, sí”, agregó Becerra. El avance de la investigación se logró gracias a los registros de la basura, ya que un agente del GEIN recogía todos los días los deshechos que dejaban los senderistas en bolsas afuera de la casa, lo que les permitió hacer un estudio de la basura. “Gracias a esto encontramos evidencias físicas, como la medicina que tomaba por la psoriasis y por la marca de cigarrillos que solía fumar”.
La Operación Victoria
El día de la captura, Gaviota y Ardilla estaban encubiertos como una pareja de enamorados, en un quiosco cercano a la casa de Surquillo. Mientras compartían una gaseosa y conversaban, vigilaban cada movimiento del lugar.
Cerca de las 8:00 p.m. escucharon ruidos en el interior de la vivienda, media hora después las puertas se abrieron y vieron que una pareja, que había sido investigada previamente por el GEIN, estaba despidiéndose de unos invitados civiles. Fue entonces que los dos agentes se miraron y sintieron que era el momento de actuar.
Cuando intervinieron el domicilio, relata Gaviota, se identificaron como policías y pidieron que nadie se moviera. Ante ello, Maritza Garrido Lecca comenzó a gritar que la estaban asaltando, lo que ocasionó que Carlos Incháustegui se abalance sobre Ardilla para quitarle el arma. Gracias a un disparo al aire que da Gaviota, Ardilla logra evadir los movimientos de Incháustegui.
Seguidamente, Gaviota logra detener a Garrido Lecca, Incháustegui y a otros dos civiles. Sin embargo, el objetivo de la operación era llegar al segundo piso del domicilio, por lo que Ardilla decide entrar. “Vivir el momento es distinto. Pareciera que pasaron varias horas, pero en realidad todo pasó en 10 a 15 segundos”, expresó Becerra.
De lejos, continúa Becerra, en una habitación que parecía un estudio, ve a una mujer vestida de negro que nunca había sido estudiada por los agentes del GEIN. Ella, al verlo se asusta y cierra una puerta corrediza. Al seguirla, logra llegar a la habitación donde estaba Abimael Guzmán, quien estaba sentado en una silla de escritorio.
Ardilla, sin titubear, apunta con su arma al cabecilla de la organización terrorista Sendero Luminoso y le dice: “si tú te mueves, yo te mato”. A lo que él le responde: “tranquilo, muchacho, ya perdí, pero tranquilo”.
En el ínterin, la mujer de negro y Elena Iparraguirre (esposa de Abimael Guzmán) comienzan a jalarle de los cabellos a Ardilla, lo que hace que él se aproxime más al rostro del cabecilla. “Yo veía cómo sus ojos querían sobresaltarse de los anteojos y también, en ese momento, siento que los demás agentes del GEIN ingresan a la habitación”, concluyó.
Durante el recorrido, los ex agentes GEIN y esposos, recalcaron que la captura del cabecilla terrorista fue gracias al trabajo articulado de los 82 policías que formaban parte del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), que habían sido capacitados para detener a los terroristas vivos y no muertos.
Cine para no olvidar
Además de los dos recorridos, se proyectó el largometraje "La hora final" dirigido por Eduardo Mendoza, que narra -desde una óptica ficticia de los dos agentes del GEIN (Gaviota y Ardilla)- la captura de Abimael Guzmán.Al finalizar la proyección, el director y la actriz Nidia Bermejo participaron en un diálogo con el público, en el que se reflexionó sobre el impacto emocional y social de aquellos años y la relevancia de la memoria histórica colectiva para las nuevas generaciones.
Lima, 30 de setiembre de 2024