- Comentará sobre la desaparición forzada de su padre, Martín Cayllahua, secretario municipal de Chuschi (Ayacucho), ocurrida en 1991.
- Mañana, miércoles 16 de marzo, a las 5:00 p.m. vía Zoom y Facebook Live del LUM. Inscripciones: https://bit.ly/35CBVLH
Este miércoles 16, a las 5:00 p.m., se realizará una visita testimonial virtual por la muestra permanente del LUM con Rogger Cayllahua Huamaní, hijo de Martín Cayllahua Galindo, secretario municipal del distrito de Chuschi (Ayacucho), quien fue desaparecido forzadamente en 1991.
El recorrido 360º se transmitirá vía Zoom y Facebook Live, previa inscripción en el siguiente enlace: https://bit.ly/35CBVLH
Sobre Rogger Cayllahua Huamaní
Forma parte del proyecto “Narradores de Memorias”, del CDI-LUM. Asimismo, es cofundador de la Coordinadora Nacional de Familiares de Víctimas de Desaparición Forzada (Cn. Favidefo) e integrante de la Asociación Nacional de Familiares de Asesinados, Desaparecidos, Ejecutados Extrajudicialmente, Desplazados y Torturados (ANFADET).
Durante el recorrido se visibilizará y reconocerá la afectación de la detención y desaparición forzada que sufrió su padre, Martín Cayllahua Galindo.
Además, se dialogará y reflexionará sobre la importancia de las distintas formas de reparación y actuales luchas que impulsa Rogger, así como su reparación simbólica por medio de la difusión de su valor, entereza y tenacidad.
Caso Martín Cayllahua Galindo
El 14 de marzo de 1991, Martín Cayllahua Galindo, quien ejercía como secretario municipal de Chuschi, fue secuestrado, detenido y desaparecido en la Base Militar de Pampa Cangallo (Ayacucho).
Una patrulla de 25 efectivos del Ejército del Batallón de Infantería Motorizado (BIM) 34 de Pampa Cangallo, con el apoyo de algunos miembros del puesto policial de Chuschi, lo sacó de su casa a medianoche, junto a dos autoridades y un menor de edad. Los detenidos fueron conducidos a Huaccanccasa, a la base de Pampa Cangallo.
En 2007, la sentencia de primera instancia condenó a Collins Collantes Guerra, teniente y jefe de la patrulla militar, y al jefe del puesto policial de Chuschi, Luis Mariano Juárez Aspiro, a penas privativas de libertad de 14 y 12 años respectivamente, por ser autores del delito contra la humanidad en la modalidad de desaparición forzada.
El exteniente Collins Collantes Guerra fue el único de los responsables sentenciados que quiso hablar con Rogger, hijo de Martín, y su familia. Los tomó de las manos y les suplicó perdón, reiterándoles que él entregó a los detenidos, pero nunca supo de su paradero final. Rogger lo perdonó.