Caso: Palacios Navarro, Carlos Alberto

Testimonio de Carlos Alberto Palacios Navarro sobre la detención arbitraria y tortura física sufrida por efectivos de la Policía Nacional del Perú en el distrito y provincia de Sullana, Piura, el 07/10/1993. Carlos Palacios era profesor de secundaria y además se desempeñaba como dirigente del SUTEP.  El 07/10/1993,  fue detenido por una acusación de un arrepentido que le acusó de terrorista. Fue capturado por orden del exjuez, Jorge Luis Oyon López, quien sin ninguna prueba contundente lo envió al penal de Picsi. El hermano de Carlos Palacios falleció en un accidente automovilístico cuando se dirigía a la ciudad de Chiclayo, con el fin de conseguir un abogado y asistir en las gestiones judiciales. Fue procesado y condenado a 20 años de prisión, fue liberado por indulto presidencial el 08/12/9619. Pide que no se vuelvan a cometer estos errores.

SUCESO

Lugar de suceso (Ubigeo) PERÚ » PIURA » SULLANA » SULLANA

Anexo / Centro Poblado distrito: Sullana

Año 1993

Mes Octubre

Día 07

Autor/es Comisión de la Verdad y Reconciliación

EDICIÓN

Año de edición 2002

Ciudad de edición Sede Regional Lima en el Colegio de Arquitectos de Trujillo (La Libertad)

País de Edición Perú

Serie documental Audiencias Públicas Trujillo - CVR

Colección Defensoría del Pueblo

Fuente del material Centro de Información para la Memoria Colectiva y los Derechos Humanos – Defensoría del Pueblo.

Periodos de gobierno 1990 - 1995: Alberto Fujimori

Periodo de la violencia 1993 - 2000: Declive de la acción subversiva

Escenario de la violencia Eje La Libertad - Cajamarca

Autoría Material estatal

Tipo de material Testimonios

Acceso del material Acceso abierto

Fecha de ingreso

Sumilla

 

VICTIMA                                        :           CARLOS ALBERTO PALACIOS NAVARRO.

VIOLACIÓN ALEGADA                     :           DETENCIÓN ARBITRARIA Y TORTURA FÍSICA.

 

I.         DATOS DE LA VICTIMA

            Nombres y apellidos              :           Carlos Alberto Palacios Navarro

            Edad                                    :           45 años

            Sexo                                    :           Masculino

            Condición de la víctima         :           Profesor

            Fecha de la violación            :           07 de octubre de 1993

            Lugar de la violación

            Distrito                                :           Sullana

            Provincia                             :           Sullana

            Departamento                      :           Piura

 

II.        RESUMEN DE LA VIOLACIÓN ALEGADA:

Ubicación y contexto del lugar en el que ocurrió la violación:

El señor Carlos Alberto Palacios Navarro es natural del distrito y provincia  de Chiclayo, en el departamento de Lambayeque. Se desempeña como profesor y director del Centro Educativo “Coronel José Gálvez”, ubicado en la Comunidad de Talandraca. En la fecha en que ocurrieron los hechos violatorios se desempeñaba como secretario de organización del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación Peruana, SUTEP.  En vacaciones enseñaba en la academia “Ricardo Palma”.

El señor Carlos Palacios Navarro fue sindicado por un arrepentido de pertenecer al PCP-Sendero Luminoso y de haber participado en acciones terroristas.

En virtud de tales imputaciones fue procesado y condenado a 20 años de pena privativa de la libertad, resolución emitida por la Corte Superior de Chiclayo, la misma que fue confirmada por la Corte Suprema. Obtuvo su libertad el 08 de diciembre de 1996 a través del indulto presidencial.

Descripción de los hechos que sustentan la violación alegada:

El señor Palacios Navarro fue detenido por efectivos policiales a la 1:30 de la madrugada del 07 de octubre de 1993, en momentos que se encontraba en el domicilio de sus padres, ubicado en el distrito y provincia de Sullana, en el departamento de Piura. Los efectivos policiales registraron su domicilio y encontraron un banderín con el símbolo de la “V”, el cual fue considerado como material subversivo. Ante ello, el declarante respondió que le pertenecía a su padre cuando fue candidato al Congreso de la República. Lo llevaron detenido y en el trayecto le dijeron que se le acusaba de planificar un atentado contra la comisaría del sector.

Fue conducido al calabozo de la Dirección Nacional Contra el Terrorismo, DINCOTE de la ciudad de Piura, lugar donde fue interrogado por el fiscal doctor Edward Montreuil, quien le dijo “yo no puedo hacer nada, antes que me vaya arrepiéntete porque yo no respondo lo que pueda pasar”. Al retirarse el fiscal, el declarante refirió que fue llamado por los efectivos policiales quienes lo desnudaron y “...él agarró su rosario y se puso a rezar, le vendaron los ojos con una tela roja...empiezan a darle un montón de golpes, me pateaban la cabeza, el estómago, los brazos me los levantaban hacía atrás...regresaban y me decían ¿quién te golpeó?...”. Estuvo 17 días incomunicado.

Una persona que también se encontraba detenido le contó “te traían arrastrando”. Lo mantenían esposado y la comida que le traía su familia la tenía que comer atado. Agregó que el lugar donde permanecía encerrado estaba “lleno de ratas, cucarachas”.

Al ser interrogado le dijeron que él había atentado contra un coronel y su esposa. También lo responsabilizaron del atentado contra la comisaría del distrito de Cura Morí. En el siguiente interrogatorio quisieron colocarle corriente eléctrica en los testículos pero uno de los policías no lo permitió. Al llegar la Fiscal de la Nación Blanca Nelida Colán, trataron de hablar con ella pero se negó.

Refirió el declarante que no aceptó ser presentado ante la prensa con el traje a rayas y que “por negarme me golpearon tan duro que a la fuerza me lo pusieron”. Luego fue conducido ante el Juez Jorge Luis Soyer López, quien “me hizo estar parado, se paseaba él... sacó su revólver y lo puso encima de la mesa...y me invitó a arrepentirme”. El juez Soyer le dijo: “tu caso esta en mis manos, no te pido mucho, dame 30 nombres, de los que tu quieras...de los que más odies, de tus enemigos, de los que no te llevan bien, dame 30 nombres y ahorita te vas”. El declarante rechazó dicho pedido diciéndole que “si yo soy inocente, hay gente que va a ser más inocente”.

El declarante era acusado de haber efectuado volanteos y pintas subversivas en la comunidad de Talandraca, sin embargo refirió que no existía registro alguno sobre tales hechos en la dependencia policial del sector. También fue acusado de participar en un congreso clandestino de Sendero Luminoso durante tres meses y de tener un familiar en la Policía Nacional que le proporcionaba información confidencial. Dichas actividades fueron negadas por el declarante.

Posteriormente, tuvo conocimiento que la detención era consecuencia de la sindicación de un terrorista arrepentido.

El hermano del declarante, señor Henry Raúl Palacios Navarro, quien trabajaba en Petroperu y había conocido al juez Soyer López cuando éste laboraba en dicha empresa, decidió interceder por la libertad de su hermano. Luego, al comentarle sobre la conversación sostenida con el juez, le dijo que “le había hecho una oferta de $10,000 a cambio de su libertad”. Ante ello, el declarante le dijo que no acepté porque él era inocente.

Su hermano solicitó asesoría legal a la institución de la iglesia “Diaconía para la Justicia y la Paz” de Piura, manifestándole que “el caso de tu hermano no lo podemos atender porque es un terrorista”

El 9 de marzo de 1994, el declarante fue trasladado al Penal de Picsi- Chiclayo a  fin de conseguir un abogado y asistirlo en las gestiones judiciales, el hermano del declarante adelantó sus vacaciones y viajó a la ciudad de Chiclayo. Encontrándose a la altura del distrito de Morrope, sufrió un accidente y falleció. El declarante manifestó que se sintió afectado por la muerte de su hermano “como si hubiera algo de culpabilidad por no aceptar que le paguen al desgraciado del juez lo que pedía”.

Estando en el penal, refirió que en las madrugadas y de improviso, los policías iniciaban las requisas -inspección de las celdas- “en el patio, con un frío increíble...te golpeaban”. Mencionó que durante su permanencia en el Penal de Picsi se produjeron hasta tres motines organizados por los presos comunes; ante ello, los policías “lanzaban bombas lacrimógenas, y... nosotros, encerrados en el celda...no importaba que alguien se muera asfixiado”.

Recibió el apoyo del padre Hubert Lanssiers y a través de la Comisión Gubernamental para el Diálogo, fue asesorado legalmente.

Precisó que el juez Soyer López fue retirado del Poder Judicial debido a que se “comprobó que había manipulado a los arrepentidos”.

El declarante fue condenado a 20 de prisión, sentencia que fue confirmada por la Corte Suprema. Obtuvo su libertad el 08 de diciembre de 1996 a través del indulto presidencial.

Actualmente, ocupa un cargo dirigencial en el SUTEP “he regresado al plano dirigencial porque nunca hice nada malo, porque jamás tengo nada que temer”.

Algunas acciones emprendidas por la víctima:

  • Acudió ante los organismos de derechos humanos para ser asesorado legalmente, recibiendo el respaldo de “Villa Nazaret” y de la Comisión Gubernamental para el Diálogo.
  • El declarante junto a otros indultados y absueltos formaron una comisión denominada “Adamo” y presentaron una acción de cumplimiento para el pago de una indemnización por error judicial.

Señalamiento de las secuelas que originó la violencia alegada:

  • Recibió maltratos y torturas físicas, psicológicas y morales.
  • Se encuentran endeudados debido a los gastos que su familia tuvo que afrontar para sostener la economía de su hogar y el costo del proceso judicial. 
  • La familia del declarante tuvo que vender sus bienes y propiedades para apoyarlo económicamente.
  • Al producirse la detención, el juez Jorge Soyer, ilegalmente, envió un documento a la Dirección General de Educación para que le suspendan el pago de su sueldo.
  • Desamparo en cuanto al tratamiento de salud “mi hija tuvo que atenderse en una sociedad de beneficencia pública ...porque hasta el seguro social le negó la atención”.
  • Perdió su libertad en forma injusta.
  • Limitaciones para otorgarle una buena educación a sus hijos.
  • Sentimiento de culpabilidad por la muerte de su hermano, lo cual se refleja en el rechazo a los hijos de su hermano “siempre que llegan a mi casa yo los evito...quizá sea la parte que nunca voy a superar”.
  • La esposa del declarante fue despedida de su trabajo cuando los empleadores tuvieron conocimiento de la detención de su esposo.
  • Aún permanece con el estigma de haber estado preso por el delito de terrorismo “algunas personas me gritan terruco cuando camino por la calle”.
  • Temor a que los antecedentes por delito de terrorismo no se hayan eliminado.

Algunas expectativas:

  • Justicia para sancionar a los culpables de su detención.
  • Acto público de desagravio de parte del gobierno
  • Apoyo económico.
  • Reconocimiento de la Compensación del Tiempo de Servicios “porque dejaron de trabajar en forma involuntaria y no porque hayan querido”.
  • Reconocimiento de pago por el tiempo que estuvo detenido ya que en ningún momento hubo resolución alguna que lo suspendiera.
  • Otorgamiento de facilidades para el estudio de sus hijos.
  • Apoyo y tratamiento psicológico para superar sentimientos de culpabilidad por la muerte de su hermano y por los traumas vividos durante su detención.

III.    DATOS DEL TESTIMONIANTE :

Nombres y apellidos                          :           Carlos Alberto Palacios Navarro

            Edad                                    :           45 años

            Sexo                                    :           Masculino

            Condición de la víctima         :           Profesor

         Lengua en la que rinde el testimonio     :        Castellano

Tiempo de duración 20:05