Caso: familia Ventocilla, testimonio: Ricarda Ventocilla Castillo y Sonia Silvia Olivares Dolores - Lima

El 21 de junio del año 2002, brindaron sus testimonios las Señoras Ricarda Ventocilla Castillo y Sonia Silva Olivares sobre el asesinato de los miembros de la familia Ventocilla ocurrido el 24 de junio de 1992 en el distrito de Santa María, en la provincia de Huaura, región de Lima; cuyos responsables serían efectivos del Ejército peruano. En el distrito de Santa María, vivían seis miembros de la familia Ventocilla, el mayor de ellos era Rafael Ventocilla (alcalde anteriormente elegido en el distrito de Cochamarca), sus hijos Alejandro y Simón fueron profesores, ambos reconocidos dirigentes del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú - SUTEP y miembros de Izquierda Unida. Anteriormente, ellos ya habían sufrido un secuestro, pero fueron liberados. El 24 de junio del 1992, un mes después del primer atentado, 10 personas armadas irrumpieron en el domicilio de la familia Ventocilla y detuvieron a 6 hombres, la única que no fue detenida fue la esposa quien fue golpeada y amenazada. Al día siguiente fueron encontrados muertos los 6 miembros de la familia Ventocilla, sus cuerpos presentaban huellas de haber sido torturados. Los familiares pidieron justicia y apoyo para los huérfanos sobre todo en la educación. 

SUCESO

Lugar de suceso (Ubigeo) PERÚ » LIMA » LIMA

Año 2002

Mes Junio

Día 21

Autor/es Comisión de la Verdad y Reconciliación

EDICIÓN

Año de edición 2002

País de Edición Perú

Ciudad de edición Lima

Serie documental Audiencias públicas - CVR

Colección Defensoría del Pueblo

Fuente del material Centro de información para la Memoria Colectiva y los Derechos Humanos - Defensoría del Pueblo

Periodo de la violencia 2001 - en adelante: Post conflicto

Escenario de la violencia Eje Ancash - Lima

Autoría Material estatal

Fecha de ingreso Lunes, 24 Octubre, 2016

Caso: familia Ventocilla, testimonio: Ricarda Ventocilla Castillo y Sonia Silvia Olivares Dolores - Lima
Caso: familia Ventocilla, testimonio: Ricarda Ventocilla Castillo y Sonia Silvia Olivares Dolores - Lima